Automóviles eléctricos de baterías (BEV)
Este tipo de coches se trata del coche eléctrico puro, el coche se mueve a través de la energía almacenada en sus baterías. Se debe enchufar para cargar la batería y su velocidad de carga va a depender de la potencia de los cargadores a los que se pueda conectar (potencia máxima soportada).
Para maximizar la autonomía, recurren a frenada regenerativa en deceleraciones.
Estos coches no son contaminantes en su conducción y por eso llevan la etiqueta medioambiental CERO de la DGT, pero su proceso de fabricación tiene un coste ambiental más elevado que uno equivalente de combustión.
Automóviles eléctricos con pila de hidrógeno (FCEV):
En estos vehículos no se recurre a baterías como en los eléctricos puros. Los coches de pila de hidrógeno generan electricidad mediante la electrólisis del hidrógeno que como residuo solo emite H₂O (agua)
El hidrógeno es el elemento químico más abundante en La Tierra, pero nunca se presenta en solitario y actualmente su producción tiene un coste energético elevado.
Estos coches no son contaminantes en su conducción y por eso llevan la etiqueta medioambiental CERO de la DGT.
Automóviles eléctricos de autonomía extendida (EVER):
son coches eléctricos en el que el motor (o los motores) eléctrico se encargan de mover las ruedas a través de la energía acumulada en baterías, pero al que se añade un motor térmico a modo de generador.
La condición para que los eléctricos de autonomía extendida no sean tratados como híbridos es que el motor térmico no impulse las ruedas y que pueda utilizarse como un coche eléctrico puro buena parte del tiempo. Se puede cargar como un coche eléctrico normal y la autonomía del motor térmico no debe ser.
Si el motor eléctrico tiene una autonomía superior a 40 kilómetros sin la ayuda del de combustión, recibe la etiqueta CERO emisiones de la DGT.
Automóviles híbrido enchufable (PHEV):
Los coches híbridos enchufables tienen un motor de combustión acompañado de uno o varios motores eléctricos y todos pueden mover el coche de manera independiente o en conjunto, además de poder incluir los motores eléctricos en las ruedas, los ejes o incluso en la caja de cambios.
La batería del motor eléctrico de estos coches no tiene una capacidad elevada, pero siempre que superen los 40 kilómetros de autonomía la normativa les otorga la etiqueta 0 de la DGT. Si se quedan por debajo de esta cifra llevarán la etiqueta ECO. Las recargas se hacen mediante conexión a la red eléctrica.
El conductor puede elegir el modo de conducción con el que funciona el coche, incluso combinar el funcionamiento de ambos para alargar la autonomía dentro de lo posible. Incluso, en algunos modelos, se puede usar al motor de combustión para la carga de las baterías del motor eléctrico.
Automóviles híbridos (HEV):
Estos fueron los primeros electrificados en llegar en masa. El planteamiento es más sencillo que el de los PHEV, intercalar un motor eléctrico en la cadena cinemática para asistir al motor de combustión y restarle esfuerzo con el fin de bajar el consumo de combustible.
Los híbridos pueden moverse en modo 100% eléctrico pero su autonomía es muy limitada porque equipan baterías pequeñas. En su caso también recurren a la frenada regenerativa y al propio motor térmico para recargarlas.
Al funcionar la mayoría del tiempo con motor de combustión y quedarse lejos de los 40 km de autonomía mínima, tienen la etiqueta medioambiental ECO de la DGT.
Automóviles microhíbridos (MHEV):
Una clasificación aparte la forma la categoría de los coches mild hybrid, microhíbridos o híbridos de 48V. También es un tipo de electrificación conocida como hibridación suave.
Los coches mild hybrid son vehículos térmicos a los que se adapta un pequeño sistema de asistencia eléctrica, generalmente a través de la adopción de un motor de arranque/generador que puede recuperar energía que se almacena en una pequeña batería de 48V.
Esta energía se devuelve bien para ayudar al motor térmico a empujar en fases de aceleración o se destina a alimentar el consumo eléctrico de algunos sistemas para restar esfuerzo al motor térmico, incluso pudiendo detenerlo en avance por inercia manteniendo encendido el coche. Un mild hybrid nunca podrá moverse en modo 100% eléctrico. Reciben la etiqueta ECO de la DGT.
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